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Ellie, an 11-year-old Goffin’s cockatoo, tapped the “happy” button on her tablet app when Jennifer Cunha, her owner and a visiting research associate at Indiana University, returned from being away.

¿Los loros pueden conversar? Tal vez esa no es la pregunta correcta

Una nueva investigación evalúa si algunas herramientas tecnológicas podrían darles a los animales nuevos métodos de expresión.

Hace medio siglo, uno de los temas más candentes de la ciencia era si los humanos podían enseñar a hablar a los animales. Los científicos probaron el lenguaje de signos para conversar con los simios y adiestraron a los loros para que usaran vocabularios cada vez más amplios en inglés.

Esas iniciativas llamaron la atención de los medios de comunicación y generaron controversias. Los críticos afirmaron que las investigaciones carecían de rigor y que era posible que lo que parecía ser comunicación animal no fuese más que una ilusión en la que los investigadores, de manera inconsciente, incitaban a sus animales a responder de determinadas maneras.

A fines de la década de 1970 y principios de la de 1980, las investigaciones perdieron interés. “Todo el campo se desintegró por completo”, dijo Irene Pepperberg, investigadora de cognición comparada de la Universidad de Boston, quien se dio a conocer por su trabajo con un loro gris africano llamado Alex.

Hoy en día, los avances tecnológicos y el creciente aprecio por la sofisticación de la mente de los animales han renovado el interés por encontrar formas de salvar la brecha entre especies. Los dueños de mascotas les enseñan a sus perros a pulsar “botones parlantes ” y los zoológicos entrenan a sus simios para utilizar pantallas táctiles.

En un nuevo y cauteloso artículo, un equipo de científicos esboza un marco para evaluar si esas herramientas podrían darles a los animales nuevas maneras de expresarse. Según Jennifer Cunha, investigadora visitante asociada de la Universidad de Indiana, el estudio busca “superar algunos de los aspectos que han generado controversia en el pasado”.

El artículo, que se presentará en una conferencia científica el martes, se centra en la lora de Cunha, una cacatúa de Goffin de 11 años llamada Ellie. Desde 2019, Cunha le ha estado enseñando a Ellie cómo utilizar un “tablero del habla” interactivo, una aplicación basada en una tableta que contiene más de 200 iconos ilustrados, correspondientes a palabras y frases como “semillas de girasol”, “feliz” y “tengo calor”. Cuando Ellie pulsa un icono con la lengua, una voz computarizada pronuncia la palabra o frase en voz alta.


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