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Credit...Ilustración por Cristiana Couceiro; fotografías EPA, vía Shutterstock (balón), Reuters (euro), Associated Press (dólar), Getty Images (desierto, edificios)

La Copa del Mundo que cambió todo

La decisión de realizar el Mundial de fútbol en Catar trastornó a un país diminuto, afectó la reputación de la FIFA y alteró el tejido del deporte.

Tariq Panja y

Tariq Panja estuvo presente en 2010 cuando se designó a Catar como sede de la Copa del Mundo de 2022. Este artículo fue elaborado a partir de cientos de entrevistas que él y Rory Smith han realizado sobre la selección del país anfitrión y las consecuencias para el fútbol.

Sigue aquí la final del Mundial Argentina-Francia en vivo.

Michel Platini esperaba tener una audiencia privada con el presidente de Francia cuando llegó a un almuerzo un día frío de noviembre de 2010. Pero cuando entró a un salón lujoso en la residencia oficial del mandatario, Platini —una leyenda del fútbol francés que en el retiro ascendió hasta convertirse en uno de los hombres más poderosos del balompié— se dio cuenta de inmediato de que el hombre al que había ido a ver, Nicolas Sarkozy, estaba ausente.

Así que lo llevaron hacia un grupo pequeño que charlaba del otro lado del salón y a una conversación que alteraría el curso de su carrera, mancharía su reputación y cambiaría para siempre el deporte al cual había dedicado su vida.

Platini sonrió cuando lo presentaron formalmente con los invitados de honor del almuerzo: el jeque Hamad bin Jassim bin Jabr al Zani, el entonces primer ministro de Catar, y el jeque Tamim bin Hamad al Zani, quien algunos años más tarde remplazaría a su padre como gobernante absoluto del país. Los cataríes habían viajado a París para discutir un plan que rayaba en lo fantástico: su diminuto Estado, ubicado en el golfo Pérsico y absurdamente rico, quería ser anfitrión de la Copa del Mundo.

A Platini, vicepresidente de la FIFA, el órgano rector del fútbol mundial, nunca le había parecido una buena idea. Un año antes les había dicho a unos amigos que pensaba que permitir que Catar organizara el evento deportivo más grande del mundo resultaría desastroso para la FIFA, ya que era un país sin una tradición futbolística significativa y carecía de infraestructura tan básica como los estadios. Solo dos meses antes, le había confiado a una candidatura rival de Estados Unidos que quería que el torneo de 2022 fuera “en cualquier lugar menos Catar”.

No obstante, en algún momento de esa tarde, las reservas de Platini se esfumaron. Más de una década después, sigue siendo un misterio absoluto e intensamente debatido qué lo hizo cambiar de opinión durante el almuerzo con un Sarkozy que llegó tarde y los dos cataríes. El mismo Platini ha ofrecido al menos dos versiones diferentes de los hechos (en ambas afirmó que su voto fue por decisión propia y no reflejó ninguna influencia externa), y en 2019 lo detuvieron investigadores franceses que indagaban acerca de la reunión, pero no le formularon cargos.

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Por The New York Times


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