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Los cuervos de Robert F. Kennedy Jr.
El candidato presidencial tiene dos de estas aves de mente libre como mascotas salvajes. Se portan mucho mejor que su viejo emú, Toby, que atacaba a su esposa, Cheryl Hines.
![Robert F. Kennedy Jr. holding a bag with scraps of meat to entice his two ravens in the backyard of his Los Angeles home last week. In the background are a house, flowers and a tree-covered hill.](https://static01.nyt.com/images/2024/06/19/multimedia/19pol-rfk-ravens-topart-tplh-copy-esp1/19pol-rfk-ravens-topart-tplh-articleLarge.jpg?quality=75&auto=webp&disable=upscale)
A Rebecca Davis O’Brien le gustan más los perros.
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Robert F. Kennedy Jr. se estaba molestando, golpeaba con los dedos su silla de jardín. Mientras una periodista y una fotógrafa estaban sentadas en cuclillas entre los arbustos ubicados detrás de su casa de Los Ángeles, sus dos cuervos salvajes se negaban a cooperar con una sesión fotográfica.
“No voy a recompensar su mal comportamiento”, dijo al fin, cerrando la bolsa grasienta de restos de carne que había sacado para los pájaros. Entró en la casa, seguido por un perro.
Como candidato presidencial independiente, Kennedy, de 70 años, se ha apoyado en su histórico linaje político, su carrera en derecho medioambiental y sus cáusticas creencias antisistema que a veces se desvían hacia las teorías de la conspiración. Pero una parte que a menudo se pasa por alto de su discurso con los votantes es su imagen, cultivada durante mucho tiempo y no muy a la ligera, de un rudo hombre amante de las actividades al aire libre con un peculiar entusiasmo por la vida salvaje y la naturaleza.
Y aun así, me sorprendió recientemente cuando una llamada telefónica rutinaria para pedirle a Kennedy un comentario sobre otro artículo fue interrumpida por un fuerte graznido al otro lado de la línea.
Al preguntarle qué era ese sonido, Kennedy hizo una pausa, y dijo: “Tengo un par de cuervos de mascota”.
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