![An owl lands on the outstretched arm of a man in a suit. In the foreground, a bride in a white wedding dress stands with a groom also in a suit, looking at the bird.](https://static01.nyt.com/images/2024/05/10/multimedia/00xp-owlwedding-TOP-01-qfpj/00xp-owlwedding-TOP-01-qfpj-articleLarge.jpg?quality=75&auto=webp&disable=upscale)
El novio, la novia y las lechuzas. Una tendencia nupcial británica
El uso de aves rapaces para entregar los anillos es cada vez más popular en las ceremonias británicas.
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Juliet ha estado en muchas bodas y es toda una profesional. Mientras la feliz pareja intercambia votos, ella sale de una caja oscura y salta al brazo enguantado de Duncan Blake, su adiestrador. Su cabeza gira 270 grados y observa el entorno.
De repente, un sonido agudo la pone en movimiento. Sale volando por el pasillo con dos anillos en una bolsita atada a sus delgados tobillos. Se oyen exclamaciones de asombro de los humanos que están sentados debajo y ven pasar sus alas estiradas. Segundos después, aterriza sobre otro brazo extendido, a menudo el del padrino, otras veces el de la novia o el novio.
Por un momento, Juliet es la estrella de la ceremonia. Tras entregar los anillos, vuela de nuevo al brazo de Blake y recibe su recompensa: una pata de pollo cruda.
A continuación, sale de la habitación tan rápido como entró —más de 50 millones de años de evolución y unos 90 segundos de acción después— mientras los humanos vuelven a centrar su atención en la pareja.
A estas alturas es obvio que Juliet es una lechuza, una de las muchas que en el Reino Unido han sido adiestradas para protagonizar ceremonias nupciales.
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