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Por qué la cafeína puede provocar ansiedad
Llevar un registro de las sensaciones tras tomar café, reducir su consumo o hacer cambios en el estilo de vida puede ayudar a controlar la posible ansiedad.
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Hace unos años, Brian Byrne, organizador de giras de Los Ángeles, estaba tomando un cold brew (infusión fría de café) cuando empezó a sentirse sudoroso y frío. Los síntomas no tardaron en agravarse: respiración entrecortada, sensación de vacío en el pecho y palpitaciones aceleradas. Salió a tomar el aire. “En ese momento, me entraron pensamientos acelerados, como si estuviera sufriendo un infarto”, dijo.
No era la primera vez que Byrne sufría un ataque de pánico provocado por la cafeína, pero sí era la más intensa. “Beber ese café se sintió como echar gasolina a un fuego que ya estaba ardiendo”, dijo. Durante un año, no volvió a tomar café y no volvió a sufrir un episodio grave.
Muchas personas pueden identificarse con la ansiedad relacionada con la cafeína de Byrne. Aunque los investigadores no pueden afirmar con rotundidad que la cafeína provoque ansiedad, se ha relacionado con un mayor riesgo de ansiedad en personas con y sin diagnósticos psiquiátricos.
Por qué la cafeína puede provocar ansiedad
La cafeína es un estimulante que afecta al sistema nervioso simpático, la parte del cuerpo responsable de la respuesta de lucha o huida. Cuando se activa, aumenta el ritmo cardíaco y la tensión arterial, los músculos se tensan y puedes empezar a sudar.
Pero la cafeína no es la única sustancia que activa el sistema nervioso. Cualquier actividad que dispare la adrenalina ―como hacer ejercicio o subirse a una montaña rusa― puede estimular una respuesta.
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