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Ozempic ha transformado el tratamiento de la diabetes
Millones de pacientes dependen de la insulina. Pero con los nuevos fármacos, algunos han podido reducir sus dosis o dejar de tomarla por completo.
Durante más de 20 años, Betsy Chadwell llevó sus plumas de insulina a todas partes. Día tras día, calibraba cuidadosamente las dosis necesarias para mantener bajo control su diabetes de tipo 2. “Controla tu vida cada comida, cada mañana y cada noche”, dijo.
A finales de 2021 empezó a tomar el medicamento Ozempic. En cuestión de meses, pudo dejar de administrarse la insulina de acción corta que solía tomar antes de cada comida, y ha reducido sustancialmente la dosis de insulina de acción prolongada que usa a diario. La reducción de la insulina le ha dado una sensación de libertad, afirmó. Sigue utilizando un medidor continuo de glucosa para controlar el nivel de azúcar en sangre y vigila meticulosamente los bajones y los picos, pero incluso con menos insulina, Ozempic le ha ayudado a mantener los niveles de glucosa más controlados.
Millones de estadounidenses requieren de algún tipo de insulina, un medicamento que salva vidas y que ha sido durante mucho tiempo el pilar del tratamiento de la diabetes. Pero también puede ser una carga para pacientes como Chadwell, que deben hacer malabarismos con diferentes formulaciones y dosis, y a menudo deben tener insulina a mano en todo momento.
“Lo siento mucho por esos pacientes, porque nunca dejan de tenerlo presente”, dijo Scott Hagan, profesor adjunto de medicina de la Universidad de Washington que estudia la obesidad.
Pero en los últimos años, el Ozempic y un fármaco similar, Mounjaro —ambas inyecciones semanales que pueden reducir el azúcar en sangre, en parte imitando una hormona que estimula la producción de insulina— han ofrecido a los pacientes una nueva y atractiva opción para intentar controlar su diabetes de tipo 2 sin depender tanto de la insulina.
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