Advertisement

SKIP ADVERTISEMENT
You have a preview view of this article while we are checking your access. When we have confirmed access, the full article content will load.

Ensayo invitado

China logró producir autos eléctricos baratos. EE. UU. tiene que intentarlo también

A parking lot full of cars outside Ford’s Michigan assembly plant. Many thick clouds are above.
Credit...Nic Antaya para The New York Times

Meyer es colaborador de la sección de Opinión de The New York Times y editor ejecutivo fundador de Heatmap, una empresa de medios de comunicación centrada en el cambio climático.

Pasó muy rápido, tan rápido que tal vez no lo hayas notado. En los últimos meses, los tres grandes fabricantes de automóviles de Estados Unidos —Ford, General Motors y Stellantis, la empresa del nombre peculiar que es propietaria de Dodge, Chrysler y Jeep— comenzaron a estar en un gran aprieto.

Sé que esto puede sonar ridículo. Ford, General Motors y Stellantis obtuvieron miles de millones en ganancias el año pasado, incluso después de una larga huelga de trabajadores de la industria automotriz, y las tres empresas prevén un gran 2024. Pero hace poco, los Tres Grandes se vieron superados e imposibilitados de alcanzar sus objetivos de ventas de vehículos eléctricos al mismo tiempo que aparecía una línea de nuevos coches eléctricos extranjeros asequibles, listos para inundar el mercado mundial.

Más o menos hace una década, Estados Unidos rescató a los Tres Grandes y prometió que no volvería a hacerlo. Pero el gobierno federal va a tener que ayudar a estas tres empresas y al resto del mercado automotriz estadounidense de nuevo, muy pronto. Y tiene que hacerlo de manera adecuada —ahora mismo— para evitar el próximo rescate automotriz.

La mayor amenaza para los Tres Grandes procede de una nueva cepa de fabricantes chinos, en particular BYD, que se especializa en la producción de vehículos híbridos enchufables y totalmente eléctricos. El crecimiento de BYD es asombroso: vendió 3 millones de vehículos eléctricos el año pasado, más que ninguna otra empresa, y ahora tiene suficiente capacidad de producción en China para fabricar 4 millones de autos al año. Pero eso no es suficiente: está construyendo nuevas fábricas en Brasil, Tailandia, Hungría y Uzbekistán, que producirán aún más vehículos y pronto podría añadir a Indonesia y México a la lista. Se avecina una avalancha de vehículos eléctricos.

Los autos de BYD ofrecen un gran valor con precios que superan a los de cualquier alternativa de Occidente. A principios de este mes, BYD presentó un híbrido enchufable con un rango de autonomía totalmente eléctrico decente y un precio de venta al público de poco más de 11.000 dólares. ¿Cómo lo logra? Al igual que otros fabricantes chinos, BYD se beneficia de los bajos costos de la mano de obra de su país, pero esto solo explica parte de su éxito. Lo cierto es que BYD (igual que fabricantes chinos como Geely, propietaria de las marcas Volvo Cars y Polestar) es muy buena para fabricar automóviles. Estos han aprovechado el dominio de China de la industria de las baterías y las líneas de producción automatizadas para crear un gigante.


Thank you for your patience while we verify access. If you are in Reader mode please exit and log into your Times account, or subscribe for all of The Times.


Thank you for your patience while we verify access.

Already a subscriber? Log in.

Want all of The Times? Subscribe.

Advertisement

SKIP ADVERTISEMENT